viernes, 4 de febrero de 2011

LA IDEA

     Sobre la iniciativa de Foro Asturias, que apoyo desde este mi blog implicándome incluso en la militancia activa, me parece estupendo que se afilie gente de categoría que sea afín, a todo lo que está diciendo Francisco Álvarez Cascos, yo al menos así lo pienso y espero entiendan los que me leen que es un nuevo proyecto con una idea muy antigua; devolver el poder al pueblo como se trató de hacer en tiempos del emperador romano Marco Aurelio Antonino Augusto que aunque no sea muy exacto todos captamos la idea “ plástica” en la película “Gladiator”…  Noble empeño.
Hoy es mucho más fácil que muchos más ciudadanos puedan participar en las decisiones económicas y políticas; “internet“ creo que abre un cauce de participación excelente, si se sabe usar, para que no se aherroje la democracia.

     Pero este ideario de la transversalidad , del concejo abierto, del control administrativo por parte de todos los que trabajan en  un proyecto sin perpetuarse las personas en él,  tiene el riesgo de caer en la rigidez de su propio aparato. Hay que hacer triunfar la idea, el poder es como un pequeño globo que jugando mantenemos en el aire; no lo podemos coger pero tampoco lo podemos dejar caer. Es decir no es positivo ni benéfico para lo que se pretende, que las personas estén mucho tiempo en el poder tan corruptor como es y el ideario fundacional tiene que estar por encima de cualquier persona por importante que esta sea.

     No me extiendo mucho más. Lo que quiero decir aunque no me exprese muy bien es que tiene que triunfar la idea de libertad y democracia que parte de un ideario y unos ideólogos. Se organizará esto de la mejor manera posible para que  la idea no  quede encadenada a la primera de cambio, a unas personas que se harán con los puestos más representativo por los méritos de conseguir mas afiliados o avales o por su situación, categoría o prestigio. Esto solo evidentemente no puede servir, en realidad esta iniciativa tendrá éxito si conseguimos un democracia más fluida y participativa y avance más hacia la idea utópica de la libertad más próxima a las personas que peyorativamente a veces llamamos “el pueblo” es decir nadie en concreto un "ente" o los pueblos que en el anterior régimen, aunque fueran de realengo es decir del Rey, se constituían en hermandades “republicas”; pero que nadie se rasgue las vestiduras, esto no significaba más que hombres buenos e hidalgos, personas concretas, con una idea se juntaban y elaboraban sus ordenanzas, o tenían sus fueros reales y participaban paritariamente en muchos casos en la administración política y de justicia,  en su comunidad, aplaudidos y avalados por su “esponsor” que no era ni más ni menos que el monarca reinante, que también se debía a la máxima Isidoriana "si riges bien se rey".
Pero había elecciones anuales y nadie se podía pegar al poder cometiendo tropelías a su antojo, expoliando a la ciudadanía y recogiendo un constante botín. Esto al menos no ocurría en los "concejos".

     Además en el “concejo abierto” los cargos eran honoríficos; había que ir a la política a dar, aunque justo es que el trabajador tenga su salario, ya que como dijo Pablo de Tarso el que no trabaje que no coma.

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