`Hasta ahora cuando se hablaba de empresa siempre se pensaba, en destinar unos medios para conseguir unos fines lucrativos, es decir: “maximizar el beneficio y minimizar los costes de producción”.
Estamos en un momento, al menos, aquí en Asturias y gran parte de España y yo diría del mundo en que habría que cambiar la frase “ Ahora se trata de maximizar el coste social y minimizar el beneficio”.
Indudablemente en estos tiempos la competencia en calidad especial y cantidad de producción a bajo coste, está difícil.
La producción de cantidad y bajo precio, ya lo sabemos está en China y otros países emergentes. Esa es una batalla que la tenemos muy perdida y en la que no podemos competir; porque son muchos que trabajan por muy poco y ni siquiera respetan las libertades, ni los derechos fundamentales, que comportan unas condiciones de trabajo diferentes.
Algunos paisanos nuestros incluso invierten en esos países, para obtener pingües beneficios, sin importarles las condiciones de trabajo de los productores, ni mucho menos la pérdida del mismo de sus compatriotas.
En la calidad y especialización tecnologica, tampoco parece de momento, que tengamos en Asturias ni en gran parte de España gran avance.
Entonces la solución pasa por “maximizar el coste social y minimizar el beneficio” eso sí primando las cosas bien hechas y la productividad.
Por eso de que “el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas”.
Además nuestra empresa es Asturias y forma parte del proyecto común de España y también de Europa. Pero si nuestros antepasados la defendieron del sarraceno la defenderemos hoy de cualquiera que nos la quiera desvalijar, dejar a un lado o acabar con nuestro proyecto ilusionante y necesario para que nuestros hijos puedan vivir y desarrollar su trabajo en ella y mejorarla. Hay que resolver nuestro problema, de puertas adentro.
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